En el mes de mayo si paseamos hacia el pueblo de Caracena veremos el trajinar de gorriones chillones y colirrojos tizones. Si decidimos ir hacia el castillo, nos acompañaran pardillos, collalbas grises y rubias, bisbitas campestres, totovías…aves de páramo y rocas. En el castillo y el barranco próximo crió, en anteriores años, una o dos parejas de collalbas negras. Aviones roqueros, roqueros solitarios, roqueros rojos, junto a los gorriones chillones y los vuelos acrobáticos de las chovas piquirrojas, harán de esta visita al castillo algo inolvidable.
Si decidimos seguir el camino que nos permite recorrer los campos y la estepa, tendremos que estar preparados para el canto continuo y alegre de las alondras comunes. Las ricotís son en esta zona más escasas, pero también aparecen, sobre todo, en el sector más al sur junto con terreras comunes, cogujadas montesinas, currucas tomilleras, escribanos montesinos y hortelanos. Las últimas ortegas de este lugar es posible que ya no podamos verlas, o sí, quien sabe…..
En agosto-septiembre, como en casi todas las parameras, las posibilidades de ver chorlito carambolo son altas. Si decidimos volver al pueblo y bajar a recorrer el Cañón, el paseo supondrá un encuentro de aves ligadas al río, como petirrojos, chochines, ruiseñores comunes, mosquiteros papialbos, zorzales comunes…y todas aquellas aves rupícolas características de estos medios: buitres leonados, alimoche, cernícalo y águila real, cuervos, chovas piquirrojas y aviones roqueros. En los matorrales podemos observar currucas rabilargas y escribanos montesinos.
Otoño es otro momento bueno para pasear por la zona pues aparecen algunas especies en paso de cierto interés: lúganos, escribanos cerillos y acentores alpinos en los cortados.