Cómo llegar: Sur de la provincia. Desde Soria se tomará la A-15 hasta Medinaceli, tomándose aquí la A-2 dirección Zaragoza hasta Arcos de Jalón. Desde allí se tomará la SO-P-3008 hasta Chaorna. La carretera continua hasta Judes e Iruecha. Desde Chaorna podemos también ir hasta Sagides por un camino en buen estado.

Figura de Protección: ZEC “Sabinares del Jalón” (ES4170057) con 19.068 Has. Dentro del ZEC se encuentra la Laguna de Judes, incluida dentro del Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial de la provincia de Soria con el número SO-31.

Tipología: Masas de sabinas albares en laderas, valles y barrancos calizos.

Acceso: La única posibilidad de acercarnos a estos dos pueblos es por nuestros propios medios, ya que no existe ningún tipo de transporte público.

Dificultad: El sabinar es un bosque abierto, pero aquí presenta la característica de que hay muchos pies por hectárea. Unido esto a la naturaleza caliza hace que, fuera de caminos, la marcha pueda ser dificultosa

Duración: El itinerario principal propuesto puede hacerse en unas 3-4 horas con las paradas para observar aves. Un itinerario más largo exigiría 5-6 horas.

Época del año: A diferencia de otras zonas, la época más interesante para visitar esta zona va a ser el invierno. Todo ello porque los sabinares pueden acoger cantidades muy interesantes y significativas de zorzales y otras aves. El verano será el momento más flojo.

Observaciones: Señalizaciones malas -salvo las del GR- y mal estado de los caminos supone que sea poco recomendable salirse de la carretera y de los caminos principales.

A Arroyo Almuguera/Cabeza Negra. En Chaorna el arroyo baja tranquilo entre pequeñas fincas, sin apenas pendientes. En primavera podremos observar aves más escasas en el resto del espacio como ruiseñores, chochines, currucas y oropéndolas. Pero a dos kilómetros del pueblo, el arroyo se despeña en medio de un barranco muy hermoso y cromático que termina en un roquedo lejano que se llama Cabeza Negra. Ese último sector ha perdido mucho encanto, pues por allí pasa el AVE Madrid-Barcelona.

Este primer tramo se puede observar sin mucho problema, pues podemos dejar el coche en el entorno de unas majadas ovinas que se encuentran a pie de carretera y acercarnos con cuidado al borde del barranco. Chovas piquirrojas, cuervos, cornejas, arrendajos…aquí el sabinar deja paso en mayor medida al encinar. Con suerte veremos el vuelo del águila real que tiene por estos valles todavía presencia constante.

B El Algondrón. El caserío y barranco del Algondrón se sitúa a 5 kilómetros al noroeste de Iruecha y se llega por un camino señalizado y en buen estado, aunque se recomienda no bajar el tramo último con el coche, ya en el valle. La casa que queda en ruina en mitad del valle debía de servir para los monjes del monasterio de Huerta que, huyendo de los calores veraniegos, venían a este fresco valle para descansar.

Las aves presentes por aquí serán todas las del sabinar, a excepción del rabilargo y el herrerillo capuchino, los cuales curiosamente no aparecen en estos bosques. La visita la completaremos con alguna observación del colirrojo real, especie habitual en todos los sabinares del centro de Soria y que aparece también aquí.

Noviembre. En zonas próximas se van vaciando los campos y bosques. En los encinares que se sitúan en cotas más bajas pero inmediatas, no suele haber mucho movimiento, incluso aunque sea un año bueno de bellotas. Sin embargo en el sabinar podemos ver y escuchar a los zorzales, aunque solo el zorzal charlo cría en estos sabinares.

Pero ahora llegan miles de zorzales comunes, alirrojos -los más abundantes- y zorzales reales. Según sea la maduración ese año de las bayas de las sabinas, así será el periodo de permanencia de los zorzales. También picogordos y pinzones pueden aparecer en buen número. Algunos mirlos capiblancos también en zonas de contacto con roquedos. Estas observaciones las tendremos aseguradas hasta el mes de febrero, cuando estas aves emprendan camino de vuelta hacia el sur.

Marzo puede ser un mes poco atractivo pues, la altitud a la que se encuentran estas tierras hace que las aves estivales vayan llegando con lentitud. Tampoco son nada raras las nevadas tardías de marzo o abril. En el cortado de Somáen, los aviones roqueros serán los primeros en llegar junto con la pareja de alimoche. La población de buitres de la comarca es fluctuante, pero es siempre constante su presencia. Las totovías son las aves más frecuentes del sabinar en estos momentos y sus cantos llenarán todos los rincones.

En abril irán llegando los moquiteros papialbos, las currucas carrasqueñas y las currucas mirlonas, pero sin olvidar abubillas, torcecuellos en zonas arboladas, bisbitas campestres y collalbas rubias en áreas más abiertas o roquero rojo y roquero solitario en los cortados. Águilas calzadas y culebreras se dejan ver a media mañana, ya cuando el sol calienta.

Si la laguna de Judes tiene agua, dependerá del momento del año en que eso ocurra. Si es en marzo-abril, podremos ver alguna garza real e imperial, anátidas como azulones o cercetas carretonas o algún limícola como andarríos grandes o archibebes comunes. Como aves reproductoras solo nos constan los zampullines y los azulones, aunque hay muy poca información al respecto.

Sabinares del Jalón en Chaorna