El río Caracena es otro de los pequeños ríos que nace en la Sierra de Pela y que va en busca del Duero atravesando para ello varias mesetas calizas a las que, él y sus afluentes, horadan por completo, creando un paisaje de hoces y barrancos que ven acrecentado su lado escarpado pues la abundante cabaña ovina de antaño deforestó en buena medida casi todo el espacio. 

Por ello la Hoz de Caracena es un espacio atractivo, ya no solamente por su importancia ornitológica sino como espectáculo estético y visual, uno de esos paisajes sobrecogedores que te sorprenden. Junto a los roquedos y cortados característicos, el paisaje vegetal se compone de un mosaico de pequeños campos y páramos de vegetación natural alternados con pequeños bosquetes de sabinas y encinas, con alguna presencia del bosque de ribera. Sobresalen en ambos casos dos ejemplos: el encinar de Valderromán y el bosque de ribera en torno al manantial de Fuencaliente.

1 El primer recorrido sigue el tramo del GR86 que recorre el fondo del cañón, entre las localidades de Caracena y Tarancueña. Es un recorrido de 8 kilómetros (16 ida y vuelta), perfectamente señalizado. Si hacemos el recorrido desde Caracena, los últimos dos kilómetros no tienen tanta importancia, si buscamos las aves más típicas de los roquedos, pues allí ya no hay cortados de importancia. 

2 Los acercamientos al páramo circundante se pueden hacer, desde Caracena, en concreto desde el camino que nos lleva al castillo -paisaje también espectacular- y va dejando a ambos lados sendos barrancos, el de las Gargantas y el de los Pilones. Este camino nos llevaría hasta Valderromán pero, para los muy andarines y con ganas de explorar este sector del páramo, se recomienda coger un camino que se interna, en dirección este, en un sector de campos de cultivo siguiendo el límite entre los términos municipales de Tarancueña y Caracena y que nos dejaría -con un último tramo campo a través- de nuevo en el castillo.